jueves, 30 de mayo de 2013

La vida vacía

Muchos días pienso en la simpleza y la deseo más que a nada.
No sentir, ni padecer, y mucho menos pensar.
No pensar en ti, ni en mi, ni en nosotros, ni tampoco en ellos. Pensar en una línea, divisoria, o no.
No pensar en las mañanas ni en las noches, o pensar únicamente en esos ratos y no en el resto del dia, de eso no estoy muy segura, ni lo estaré.
Muchos días me gustaría ser fria, o inocente, estos términos no son lo mismo pero cualquiera de los dos me sirve...
Muchos días no quiero estar aquí, pero no por estar allí, sino por no estar.
El vacío.
Me vacío.

viernes, 22 de marzo de 2013

Se que tengo esto muy abandonado desde hace tiempo, y seguramente ya ninguno paseis por aquí a leer, pero por si aún de vez en cuando pasais a curiosear os contaré mi nuevo proyecto. Un nuevo blog totalmente diferente a este, más manual que verbal. En este nuevo blog me centro en mi pasion por la decoración, la encuadernación y la costura, además de muchas más cosas bonitas. Si os gustaba este blog, espero que también os guste el nuevo.
http://mrssandwich.blogspot.com.es/
Señorita Sandwich

jueves, 7 de marzo de 2013


Una casa vacía y oscura, con el suelo frío, como tus ojos.
Unas manos cálidas, como mis piernas, como mi té.
Las paredes blancas, como tus sábanas, como tu mente.
Música suave, como mi piel, como mi pelo, como tu voz.
Tiempo lento, como tus pasos, como mis besos.
Silencio.

martes, 8 de mayo de 2012

Será como hablar del tiempo, y dejarte enredar en sus instrucciones. Y que te regale un reloj, y que marque tu ritmo al caminar, y que si lo para te pares, y no te deje avanzar. Por las noches, cuando todo está en completo silencio, no dejo de oir su maldito tic tac tic tac, y es que hay días que ¡hasta de día lo escucho!
El siguiente paso será meterlo en un cajón para poder dormir... pero hasta que no se le acabe la pila siempre lo escucharé cuando abra a
el cajón, no me va a quedar más remedio que arrancarsela. Y no quería.

miércoles, 7 de marzo de 2012

...


La historia nunca fue muy distinta, una continua búsqueda dentro de si, sin resultados muy prolíficos.
Flecha a la derecha y barra arriba y abajo, comparando, quizá envidiando, y casi siempre desesperando.
Nunca parece suficiente, y no me refiero al resto, todo es íntimo, poco sonado.
Se nota, más bien lo noto. Los ojos sencillos no lo han visto, ni lo verán, no hasta que hablen con mis pestañas, discretas.
No saber, apetecer y despistarme, desear(te), demostrarlo, intentarlo.
Cansancio, agotamiento, redescubrimiento y el abismo, de noche, de cuando en cuando.
Las vueltas que da la cabeza, las vueltas que doy en la cama, envueltas.
Ya no existe el hilo, pero se cose, y se descose, el mismo, pero distinto.
Como el hilo, tal cual.

viernes, 10 de febrero de 2012

Ella es, porque no era.

Era tú contigo, ella con ellos, y ella sin ella.
Era ella con vosotros, y a veces con nosotros.
Era ella y tu dejabas de ser, con ella, para ella.
Es ella con vosotros, con ellos, con nosotros y conmigo.
Sin ti, es ella.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

cenizas

Me he quemado el paladar y la punta de la lengua de lo caliente que estaba el café, pero lo he disfrutado igualmente, he disfrutado del calor que transmitía la taza a mis manos mientras la frialdad de las mismas luchaba por permanecer.
Luchaba como han luchado muchos amantes por gobernar sobre sus temperaturas corporales al son de sus canciones, pero estos dejándose ganar.
Luchaba como yo con la almohada intentando dormir en todas estas noches frías en las que ni permiso tengo para escuchar tu latir, o tus ladridos ( Ahora todo me vale).
Luchaba como tu con tu interior cuando no quiere dar refugio a la bestia, y solo es capaz de atarla a la cama, para verla de lejos y mansa.
Luchaba como tu cuando no me dejas respirar tu aliento envenenado, no me dejas, no te dejas, o ya no te importa.
Luchaba, que no es lo mismo que lucho.
Me he quemado el paladar y la punta de la lengua, con palabras, ya no las pronuncio, ya no se escribirlas ( y tampoco me interesa).
Este calor no ha cambiado, no el más profundo, no en el más amable de los sentidos (de mis sentidos), no en la esencia de tu aroma, bueno más bien del mio, no en lo que cada noche me quita el sueño o me sumerge en el más profundo.
El problema del calor, del fuego, es que cuanto más grande es la llama antes consume lo que prende, y a mi me ha (has) prendido, que no quemado, pero igualmente, me consumo.