viernes, 25 de septiembre de 2009

mujeres


La taza de cafe humeaba, y a ella le encantaba porque así podía hablar despreocupada de que se enfriase, y tenía tantas cosas que contar... Hacía días que no os veíais y en cambio parecían años. Nunca se os agotaban las palabras siempre parecía que os acababais de conocer, vuestra conversación no tenía limites, ni la deverguenza de vuestros temas tampoco. Yo siempre escuchaba lo que decíasis y gracias a ello abría mi mente, y me entraban ganas de conocer mundo, de leer los libros prohibidos que mencionabas, las revistas que traía tio Juan de sus viajes... Sin daros cuenta me sumergisteis en vuestro mundo de letras, de pinturas, y de musica... me convertísteis en la mujer que soy ahora, la mujer que igual que vosotras deja humear el café para poder explayarse sin preocupación. Esta mujer que ahora sonríe al recordar su infancia, diferente a la del resto, y por la que estará eternamente agradecida.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Retales del diario de la abuela Natalie

LLevaba años soñando con que las cosas cambiasen, con que las mentes se abrieran, y poco a poco se iba logrando. Todos estos cambios se basaban en el esfuerzo de muchos y aveces por desgracia el disfrute de unos pocos, pero bueno siempre oías el topico de que el beneficio se iría extendiendo, puede que tenga qu esperar demasiados años para ver si eso es verdad...
Esta mañana mientras desayunaba me han entrado unas ganas locas de llorar, siento que he explotado y me doy cuenta de que no soy lo suficientemente fuerte como para seguir con todo esto, tengo mi limite y estoy empezando a sobrepasarlo. Mientras las lagrimas empezaban a caer por mi cara empecé a imaginar que él me la acariciaba, como en nuestros mejores años, pero enseguida recordé que eso ya no pasaba... esas lágrimas son las que hacen que lleve todo el día con el estómago revuelto, que tenga esa angustia que me anuda la garganta y no me permite probar bocado. Puede que esos cabezas huecas tengan razón cuando dicen que me involucro demasiado, que pongo mi corazón en todo y luego ese todo, me lo rompe.

sábado, 12 de septiembre de 2009


El niño corría sin mirar nunca hacia atras,
y cuando digo nunca, es nunca.
Estaba asqueado de todo...
A su alrededor todo le olía a podrido.

viernes, 4 de septiembre de 2009

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Diario nuevo

La abuela Natalie me ha regalado hoy un diario, dice que es para que no me olvide de las cosas bonitas de la vida, y le digo que solo voy a escribir las cosas buenas que me ocurran, para que cuando las relea sólo me salgan sonrisas. Pero luego me he tumbado en mi cama, ya pasadas las doce y cuando me he puesto a escribir ya la he traicionado y he hecho que se corriera la tinta dentro del corazon en el que había escrito el nombre de Martín.

martes, 1 de septiembre de 2009

Abuela Natalie

En aquella época me veia con un hombre bastane mayor que yo, era filosofo, y además un hombre maravilloso. Me enseñó todo lo que se acerca de la vida, con el ame, odie y sentí más que con ninguna otra persona. Me inspiraba muchisimo a la hora de crear historias, estando con el nunca pare de escribir.Tenia sus cosas, para que engañarnos, todos sabemos que los filosofos no son personas fáciles, pero yo le conocía bien, y una vez al mes le dejaba solo una semana para que pudiera meditar, esos días me encantaban, era como si se fuera de viaje y estuviera esperando con ansia su llegada con textos nuevos. Disfrutaba leyendo lo que escribia, sus teorias, algunas estúpidas, otras que me calaron demasiado hondo...creó en mi mente un mundo paralelo del que nunca quise salir. Los días con el fueron inolvidables, pero las noches...no tengo palabras para describirlo, nunca había sentido el sexo de esa forma. Un día, cuando fui a verle, me dijo que se iba de viaje, pero esta vez era de verdad, que iba a escribir un libro y que con una sola semana no le bastaba. Yo no supe muy bien como asimilar aquello, no sabía si iba a volver, si no, si debía esperarle... no me lo pensé hice mis maletas y me fui sola a Paris, a escribir mis historias. Alli conocí a vuestro abuelo, un francés rubio guapísimo, que luego resultó no ser lo que parecía, viví durante una época con el, pero cuando nació vuestra madre todo fue a peor, así que decidí irme con ella y emepezar una nueva vida. Nos instalamos aquí, buen tiempo, gente agradable... un día empecé a recibir cartas, y con el tiempo me di cuenta de que era de él, del filosofo, ya han pasado 30 años y sigue haciendome escribir, inspirandome, y haciendome sentir.
- Natalie te advertí de todo esto y no quisite hacerme caso, ¿Ahora qué?
- Pero....deja de torturarme Monique, parece que preferirias que fuera de hielo y nunca sintiese nada...
- Sabes que no es eso, que solo intento protegerte, eres mi hermana pequeña, si no lo hago yo, ¿quien va a hacerlo? Además, te habla la voz de la experiencia.
- Quiero cometer mis propios errores, vivir mi propia vida, tener mis propios amores y
desamores...Mi vida no tiene por qué ser la tuya, no tiene por qué salirme mal.
- Tu inocencia está por rasgarse todavía...ah no! que ya lo está... ya te harán daño ya, y vendrás
llorando a decirme que tenia razón, como si lo viera...
- Vives en el rencor Monique, y los remordimientos de tu pasado no te dejan vivir feliz, pero los
demás no tenemos la culpa de ello, yo voy a ser feliz, lo sé; y la inocencia, siempre conservaré
ese punto que me siga dejando descubrir cosas nuevas cada día, que me anime a buscar y
buscar... Tu en cambio te rendiste, y nunca has dejado de arrepentirte.
- ¿ Qué buscas, darme golpes bajos?
- Solo te digo la verdad, aún eres joven, peudes volver a empezar, vete lejos y olvidale, olvida lo
que te hizo, olvidalo todo, aún puedes vivir, o qué vas a hacer ¿Quedarte aquí siempre?
- ¿Y tu qué? Vas a irte corrriendo, vas a luchar por amor y todas esas chorradas que has leido en
tus novelas? eso lo escriben mujeres amargadas, son sólo relaciones frustradas que han tenido
y las intentan mantener vivas a través de un libro...
- Tanto si eso es verdad como si no....no vivo en ninguna de ellas, simplemente quiero vivir y
disfrutar mi propia historia, y si tiene un final te lo escribiré, puede que llores o quizá no, pero
espero devolverte la ilusión.