martes, 26 de octubre de 2010

diferente, diferencias, diferenciar, diferir.

atar


Quiero que me ates los brazos a la espalda.
Quiero que me ates a la pata de la cama.
Quiero que me ates al arbol del jardín.
Quiero que me ates a un semáforo del centro.
Quiero que me ates a un coche en movimiento.
Quiero que me ates a la aguja de un reloj.
Quiero que luego me desates, y que yo te ate ti,
que te ate a mi.

tic tac

Hay muchos días en los que pienso demasiado en el paso del tiempo, en que las cosas se escapan y hay que vivirlas deprisa. Se me olvida que aún queda mucho, al menos en un supuesto, pero aún así intento agotar todas las posibilidades que me ofrece la vida disfrutando de cada una al máximo.
Pero también hay muchos días en los que pienso en el paso del tiempo de otra forma, y me siento agobiada, siento que no lo disfruto tanto como podría, o siento que lo debería emplear de otro modo más gratificante. Y es que si lo pensamos friamente, la vida es tiempo, y el tiempo se mide, se controla y tiene una duración... pero a mi no me apetece que la vida sea solo tiempo,
por eso mi vida, la mido en sensaciones.

camino II


Mikal ha escrito, y para sorpresa de muchos, son buenas ¡Muy buenas noticias!. La carta está escrita con rotulador negro, de esos de punta fina que le gusta tanto utilizar a ella, y ademas no hay ninguna línea torcida, eso es porque tiene un lugar confortable donde poder escribir pienso yo.
Nos cuenta que le ha hablado de nosotros a todas las personas y animales que se está encontrando por ahí y que la mayoria no se creen las historias que les cuenta, mira que siempre le he dicho que a las personas tan especiales la gente las desmerece, los humanos lo llaman envidia.
Aún así está contenta, dice que hay algunos días que tiene que llorar un poco porque sino le duele la tripa, pero que se le pasa rápido, que no tenemos de que preocuparnos.
También me cuenta que le han regalado unas botas, un abriguito y un gorrito de lana con el que puede encogerse tanto tanto tanto que cabe dentro para dormir calentita por las noches.
Algo que valoro mucho de Mikal es que por fin ha perdido el miedo, y esta vez esta viajando sin mapa, siendo capaz de improvisar y no medir cada paso que da, se deja llevar a la vez que madura y aprende a tomar decisiones, y es que solo con tomar la decisión de volver a caminar ya debería de valernos, pero se hace mayor y se quiere superar cada día un poco más.
La carta tiene una parte triste también, pero es normal porque Mikal siempre ha sido una niña un poco triste, de esas que sonríen mucho cuando hablan pero que luego piensan y lloran por la noche, para que nadie lo sepa. En la parte triste de la carta dice que muchas noches tiene pesadillas y que necesita que le regalen gominolas con forma de corazón, de esas con polvito blanco para sentirse un poco mejor.
Y bueno, también dice que pasa un poco de frio, y que te echa de menos con la luz roja de su habitación, pero que la abrazas y se le olvida.