jueves, 25 de diciembre de 2008


Te advertí de que no corrieras, que yo no podía seguir tu ritmo caminando, vienes de la gran ciudad y tu costumbre es ir con prisa, pero ahora estás lejos, conmigo, y parece que aún no te das cuenta. Aquí las cosas no funcionan como tu piensas, aquí se observa todo con detenimiento, para intentar memorizar cada momento, para cuando te tires desde ese 19º piso tengas una completa película de tu vida que te entretenga hasta llegar al suelo, o al menos hasta que tengas el infarto que te hará realmente morir. En definitiva, fijate en mi, y relájate, aprende a disfrutar de la lentitud, todo llega al mismo tiempo, tanto si corres como si lo esperas sentado.

No hay comentarios: