domingo, 2 de agosto de 2009

A ella no le importaba, hacia remiendos sin parar al tiempo que se dejaba mirar.
Le gustaba, y nunca lo negaba...miraba y miraba, y le deseaba.
Ya no se fijaba, confundia puntadas, y no remendaba nada...
Los hilos, las agujas...dejaba caer todo.
Ya no movía las manos más que para sentir caricias,
y le deseaba.

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