La abuela Natalie me ha regalado hoy un diario, dice que es para que no me olvide de las cosas bonitas de la vida, y le digo que solo voy a escribir las cosas buenas que me ocurran, para que cuando las relea sólo me salgan sonrisas. Pero luego me he tumbado en mi cama, ya pasadas las doce y cuando me he puesto a escribir ya la he traicionado y he hecho que se corriera la tinta dentro del corazon en el que había escrito el nombre de Martín.
6 comentarios:
Al final, todo es bonito. Simplemente, no todo lo parece en un principio.
a veces va bien escribir aquello que nos duele, para luego releerlo y darnos cuenta que hubo tiempos peores y que los superamos!
un beso.
hola!
pasaba a invitarte a mi caja..
un abrazo!
Hola! soy /pormitripa :)
Las tintas de bolis no son buenas para el corazón...
un muá!
Todos los recuerdos son rastros de lágrimas Veronique, tanto los buenos como los malos.
Besetes.
veronique...has escrito tu lo anterior? o es algun fragmento? un amante filósofo....qué casualidades eh Veronique.............
O mejor historiador?
Loveu
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