sábado, 29 de enero de 2011

...


Varias horas mirando a una ventana que me muestra los paisajes que separan los puntos cardinales de un sentimiento.
Molinos de viento que dan vueltas, como vueltas da mi cabeza buscando dar vueltas sobre mi propio eje, contigo.
Horas que se convierten en ganas de una vida, o de una muerte cuando se escapan los últimos minutos de tu aliento cerca del mio.
Frío y calor son uno solo, varían al unísono de nuestros besos, de nuestros cuerpos, que se unen olvidando cualquier medida de tiempo, masa o espacio que no sean las de las cuatro paredes que nos rodean...

1 comentario:

jesus dijo...

Qué bien descrito...