martes, 29 de diciembre de 2009

Retales del diario de la abuela Natalie II

Había olvidado lo mucho que me inspiraba esta sinfonía, y lo mucho que me podía llegar a emocionar, y digo esto porque mientras escribo estas lineas estoy a punto de llorar. Necesito mi música para recordar porque vine aquí, que aunque pueda parecerlo no fue huyendo de nada, ni de nadie. Nunca he tenido miedo a recordar, los recuerdos son experiencias que nos convierten en lo que somos, ¿Quiénes somos nosotros para borrarlas? Alguna que otra vez lo intenté con vino, pero deja mancha.
He estado un tiempo creyendo que cuando el partió se llevo con el mi inspiración, hasta que empecí a dejar la angustia a un lado y a ver que el sentimiendo de tenerle lejos, de haberle perdido me inspiraba casi tanto como la felicidad que compartiamos. Ya no podia leer sus textos, desconocia sus cavilaciones, nadie me hacia pensar como lo solía hacer el, pero aquí en Paris soy mucho más libre y eso me permite conocer cosas por mi misma, no necesito que un hombre piense ni escriba para abrirme la mente. Aquí puedo leer yo misma y sacar mis propias conclusiones. Disfruto mucho de estas nuevas sensaciones, en estos meses he descubierto nuevas formas de pensar, de vivir, de sentir. En las calles hay otros colores, otros olores...

Cambiar de aires siempre fue bueno en cualquier epoca.

2 comentarios:

anis dijo...

adoro cambiar de aires
en la soledad se crece más de lo que parece

Adler dijo...

me encanta la sensación de cuando estoy en un mar de dudas, e incluso me pregunto que hago aqui, y... de repente escucho esa cancion que le da sentido a completamente todo